A mi llegada al lugar de la exposición, me encuentro con una inmensa sola para entrar. La expectación que se ha creado, y el interés producido en la gente, me hicieron deducir que se trataba de una colección de gran importancia, y de gran predilección cultural. Independientemente de eso, la colección me ha resultado muy interesante.
Enorme colección que recoge un gran número de artistas impresionistas. No hay un hilo conductor entre las obras, sus temas son distintos, desde escenas cotidianas, retratos, temas sociales, paisajes, bodegones, y un largo etcétera.
La sala de exposiciones está dividida en 2 plantas, las cuales, están pintadas la de debajo de azul, y la de arriba de un tono rosado. Particularmente me parece poco apropiado, porque creo que podría llegar a distraerte.
Más adelante, te encuentras con otra sala más grande, con bastantes Renior, Pissarro o Cezanne. Pero sin duda el más presente en toda la exposición es Manet.
Lo cuadros tienen marcos demasiado grandes y ostentosos para mi gusto, y en la parte de arriba quizás están colocados demasiado cerca unos de otros. Puede que la sensación de agobio venga de la cantidad de gente que apenas te dejaba ver nada, y que se movía de un lado para otro, pero no he salido del todo satisfecha de la exposición.
Personalmente hubiese preferido retrasar la visita, debido a la cantidad de gente que había esperando. Al llevar tan solo una semana, la espera para entrar se aproxima a hora y media, siendo esto muy incómodo en las fechas que estamos. Si le añadimos la lluvia y el cansancio, la espera se hizo muy molesta.
muy bien
ResponderEliminar