viernes, 22 de enero de 2010

Exposición nº14 Impresionismo Nuevo Renacimiento

Exposición nº14 Impresionismo Nuevo Renacimiento
A mi llegada al lugar de la exposición, me encuentro con una inmensa sola para entrar. La expectación que se ha creado, y el interés producido en la gente, me hicieron deducir que se trataba de una colección de gran importancia, y de gran predilección cultural. Independientemente de eso, la colección me ha resultado muy interesante.
Enorme colección que recoge un gran número de artistas impresionistas. No hay un hilo conductor entre las obras, sus temas son distintos, desde escenas cotidianas, retratos, temas sociales, paisajes, bodegones, y un largo etcétera.
La sala de exposiciones está dividida en 2 plantas, las cuales, están pintadas la de debajo de azul, y la de arriba de un tono rosado. Particularmente me parece poco apropiado, porque creo que podría llegar a distraerte.
En la planta de arriba, las salas eran más grandes y más largas, y recogían artistas de la talla de Alfred Sisley, Monet, Renoir, etc. Una en particular me llamó mucho la atención, porque se trataba de una salita pequeña, y de forma circular. La temperatura era mucho más baja dentro, y tan solo había 2 cuadros de Gustave Moreau, y uno de Piere Puvis de Chavannes.
Más adelante, te encuentras con otra sala más grande, con bastantes Renior, Pissarro o Cezanne. Pero sin duda el más presente en toda la exposición es Manet.
Cerca del ascensor, hay una salita con ordenadores táctiles, donde se pueden ver las obras y consultar datos de interés. También hay un mostrador donde se pueden comprar posters imprimidos directamente en el momento. Los precios, como dato peculiar eran: A4 - 10€, A3 - 20€, hechos en papel fotográfico de alta calidad, y el A2 - 65€ y el A1 - 85€, eran en lienzo. Es una manera diferente de vender recuerdos de la exposición.
Lo cuadros tienen marcos demasiado grandes y ostentosos para mi gusto, y en la parte de arriba quizás están colocados demasiado cerca unos de otros. Puede que la sensación de agobio venga de la cantidad de gente que apenas te dejaba ver nada, y que se movía de un lado para otro, pero no he salido del todo satisfecha de la exposición.
Personalmente hubiese preferido retrasar la visita, debido a la cantidad de gente que había esperando. Al llevar tan solo una semana, la espera para entrar se aproxima a hora y media, siendo esto muy incómodo en las fechas que estamos. Si le añadimos la lluvia y el cansancio, la espera se hizo muy molesta.
Lo que más me gustó, o que al menos logró captar mi atención entre tanta gente y alboroto, fue un cuadro de Gustave Caillebotte, "Acuchilladores de parqué". Me resultó muy bonito y diferente a los demás. Decir que por supuesto estaba prohibido tirar fotos, y hablar por el móvil… A parte de eso, es sin duda una exposición muy cautivadora.

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